Como ha demostrado Bourdieu (1988) La educación artística, cuando nos referimos a la que reciben generalmente nuestros alumnos, ha formado parte de lo que hoy llamaríamos tiempos y actividades para- curriculares o extra-curriculares. Los niveles de educación formal alcanzados están muy directamente relacionados con las practicas de consumo cultural en general, fuera de las instituciones escolares, lo que resalta que el «mundo del arte», como diría Howard Becker no se encierra en las escuelas, de esta manera nos es curioso observar como el arte es tan valorado socialmente y en muchos casos incluso entendido como símbolo de erudición mientras que en el ámbito académico forma parte de un obsoleto y estancado segundo plano.

No se considera una actividad esencial por que no esta dentro de lo que consideran como “básico-curricular”. Si bien es cierto que desde las ultimas actualizaciones educativas de la mano de prácticas demostradamente efectivas como el aprendizaje por proyectos (ABP) que ya se aplican en la mayoría de los centros educativos de nuestro país el trabajo artístico se ve valorado significativamente, demostrando que el aprendizaje artístico es fundamental para la resolución de problemas de creatividad, diseño, formales y estéticos.

Se produce en esta faceta de la cultura una situación que contradice las «leyes» imperantes en la explicación acerca de como los contenidos culturales son atendidos en la escolaridad llamada ley sociológica de ponderación del currículum, según la cual los contenidos de este son la expresión de las practicas y de los valores dominantes en la sociedad. se refiere a la historia misma del currículum y al de la política escolar, ámbitos dominados por colectivos de profesionales en los que no han estado presentes los «intereses» académicos relacionados con el arte en la misma proporción que lo estaban los de otras áreas del currículum.

Mi proyecto trata de valorar en hechos prácticos y reales el por que de este desmerecimiento curricular hacia el área artística, partiendo de mi hipótesis de que realmente la educación artística lectiva no esta cubriendo las necesidades que a los alumnos les surgen y tienen al enfrentarse a problemas reales sobre diseño, creatividad y plasmación de ideas dentro de un proyecto creativo.

De la misma manera que las matemáticas deben preparar al alumno para enfrentarse a la vida real y servir de herramienta para la resolución de conflictos, la educación artística también debería dotar al alumno de recursos para que el día de mañana pueda elaborar un proyecto, desde la creatividad de la conceptualización hasta la elaboración y su posterior difusión, como explican las bases del aprendizaje basado en proyectos del dossier del Gobierno de Canarias.

Mi hipótesis, en la que estoy trabajando mediante el análisis de actividades artísticas reales que se están realizando ahora mismo en nuestras aulas, y con la colaboración de distintos docentes de 2 centros educativos, y un centro de educación artística no lectiva, trata de hacer constar que jamás podremos llegar a un aprendizaje artístico útil si nos dedicamos todos a pintar el contorno de las hojas de la calle, rellenar fichas o mascaras impresas con pinturas de palo. Practicas que se llevan a cabo por una irremediable carencia en conocimientos y tipos de práctica educativa que hoy en día sufren la mayoría de los educadores que se ven obligados a impartir educación artística sin absolutamente ningún tipo de preparación para ello, lejos de un manual absolutamente inútil y que no desemboca en absoluto a la creatividad.

Creo que la educación artística, no solo hacia nuestros alumnos, sino hacia nosotros, futuros educadores, debería ser mucho mas completa, basado en metodología, en herramientas, en casos reales y soluciones reales para conflictos prácticos de la vida real, de manera que nos convirtamos en verdaderos apoyos para todos nuestros futuros alumnos que se frustren, como todos nos hemos frustrado alguna vez, en la realización creativa, que aportemos soluciones, distintas formulas y caminos para ayudar a que nuestros niños y niñas encuentren en el arte su capacidad, sea cual sea.

Creo que deberíamos ser formados en materialidad, en abordaje práctico, en enseñanza formal metodológica, expresión artística… hay un mundo teórico dentro de la resolución de problemas artísticos, desde el aprendizaje visual como la técnica del dibujo y el hueco o la comparación geométrica, o simplemente como saber aconsejar cuál es el material recomendable para la reproducción de una idea o trabajo. Algo sumamente sencillo que la mayoría de los educadores no saben resolver ya que no distinguen entre témpera o acrílico… Métodos para los que se necesita una formación que no se esta dando y por la cual salimos de educación obligatoria sin tener ni idea del mundo del arte y sus increíbles posibilidades.